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ESCRITO A MÁQUINA*
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Dios de los galgos, de los podencos y de los pobres perros… Ya no sé cómo suplicarte. Lo he hecho cubierto de llagas. Comido por las garrapatas. Con los huesos astillados y las uñas sangrando. Te ha hablado mi corazón desde la descarnada jaula de mi caja torácica; esa dónde puedes contar, en cada barrote, en cada costilla, un aullido de hambre, un dolor de tripas ardiendo. Mientras las vértebras de mi cola, esa rúbrica de inocencia, se menean cuando apareces, mi amo, esa bestia a quien adoro, y por quien doy la vida… por que no sé hacer otra cosa y me parieron fiel. Ese dador de tortura y muerte en quien creo, a quien ciegamente sigo, porque mamé la dulce leche de los pacíficos.
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Hoy, que ya nada ablanda al implacable dios de los seres sumisos e invisibles que, como yo, alzamos los ojos nobles sin enseñar los dientes, ofreciendo el alma, el silencio y la barriga, en prueba de nuestra entrega. Pero decides (ya lo has hecho) sin derecho a apelación, que mi amistad es un embeleco. Que no la quieres. Que no te importa.
Te he pedido perdón por si mi lealtad es poca… por si mi bondad no es nada… por echar el bofe sin alcanzar tu aprecio… por lastimarme una pata… por caerme en una zanja… ¿qué quieres que haga? tú decides a quién dar la vida, a quién quitarla. Se acaba la temporada de tu diversión y para nosotros todo acaba.
Una caterva desgraciada emprenderá el éxodo de los muertos de hambre. De los abandonados a su suerte. Al frío, a los palos… a la infinita sed. A los cepos. A la fiebre. Al desamparo. ¿Para esto yo nací?
Te pedí perdón por todo… pero no… No fui la herramienta que tú querías. Y no toleras que me haga viejo, que tenga hambre… que no sea una escopeta y tenga vida. Ahora me tirarás a un pozo, me partirás el espinazo a golpes, me reventarás a patadas o me quemarás vivo…
. No. Me has puesto a escribir esta carta de agonía. “A máquina” (¿no conocéis la infame jerga de los galgueros? Buscad qué quieren decir cuando hablan de ponernos "a tocar el piano"… cuando hablan de "máquinas de escribir"…)
Un temblor salvaje, una nube de miedo negro me oculta la expresión de tus ojos mientras buscas la rama… mientras me pones la soga y aprietas… mientras escupes alguna interjección de monstruo despiadado. Gimoteo mientras tengo resuello, aúllo flojito y me orino de miedo.
. Comienza la partitura larga del horror. En un crecendo de crueldad… porque nos colgáis rozando las patas con el suelo, para que mi agonía se alargue en la soledad del campo. En los arrabales sucios… en soledad o entre las mofas.
Entreabro el afilado hocico, intentando que el aire llegue a mis pulmones. Mientras el corazón se pone al galope. Mi desdichado corazón de galgo español en plena condena.
La presión abotarga mis oídos y siento que sí, que me matan, que no hay esperanza, ni piedad… ni perdón. Giro mi cuello una y otra y otra y otra vez. En el paroxismo del fallido intento de zafarme de esa cuerda que me oprime, que me desboca la sangre, que me lacera el pellejo y me abre la garganta, mientras mis patas delanteras se agitan compulsivamente, aporreando un teclado invisible. En pie, repiquetean do contra la panza amarilla del campo; el campo hermoso e invernal al que llegará muy pronto un anuncio de la primavera con algún pajarillo libre que picoteará mi carne. Yo, prodigio de vida, de misterio, de ojos, dulzura, liviandad, pureza, seguiré en la madrugada agitándome en esta macabra danza, escribiendo con mis uñas mi desamparo y mi tormento.
. Ay… y que nada conmueva a estos dioses… Hoy yo, mañana diez. El año que viene… ¿quinientos…? ¿cien? Debí llamarme Indiferencia ¿Quiénes somos al fin? ¿quién sufre por nosotros esta suerte espantosa? ¿quién quiere llorarnos de verdad y hasta el final? O mejor… ¿quién quiere no tener que llorarnos y gritar, de veras, por nosotros? ¿Cuándo y quién cortará de una vez por todas las cuerdas que laceran la carne, que nos momifica en vida y nos mata de hambre y de sed. Que nos hace vagar, famélicos y perdidos por las cunetas, hasta que nos embiste un camión y nos reduce a carroña despanzurrada sobre el asfalto gris?
Ufano de su barbarie, chulesco, insensible, cerril y lerdo, mi asesino paseará su impunidad ante el mundo. El cobarde mundo que de nada quiere enterarse… que ni pide cuentas. (¿Tampoco tú?)
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No puedo más… entre mi garganta desollada siento un instante de paz… alguien me habla con amor… y sueño con manos que acarician… con dedos que rascan las orejas y la cabeza… haciéndome entornar los ojos en una oleada de insospechada delicia… ah… es que por fin me rindo… fantaseo y voy muriendo. Sueño que al fin esta oración te alcanza… pues bien sé que mi dios es capaz de las peores y las mejores cosas del mundo.
Pero, ¿por qué está sordo ese dios acobardado? ¿por qué no siente este estertor baldío sobre la tierra?
Dios de los galgos, de los podencos y de los pobres perros… Ya no sé cómo suplicarte. Lo he hecho cubierto de llagas. Comido por las garrapatas. Con los huesos…
. ¿Dónde te metes? ¿Dónde te escondes, dios que digo capaz de las más grandes y bellas cosas y de las más infames y despreciables…? El que tiene el poder de aniquilarme o de hacerme feliz… ¿Aún no sabes de quién hablo? Mi dios es un hombre…
Eres tú… que lees esto… Escrito a máquina.
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Autora:
Elvira Fernández Balenzategui (Arquepe)
http://arquepe.blogspot.com/
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España es el único país europeo en el que no es insólito encontrarse a un galgo ahorcado, con las patas traseras rozando el suelo y moviéndose de manera compulsiva. Lo llaman, con macabra expresividad, “poner al galgo a escribir a máquina". El animal, así agoniza durante días en una muerte lenta y totalmente sádica. Al concluir la temporada de caza, aparecen colgados de los árboles.
Lo curioso, es que los cazadores, a este asesinato lo llaman tradición, y también, el modo de mantener viva la herencia cultural.
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Texto incluido en el libro "POR LOS ANIMALES" - Un viaje a la ternura - AQUÍ
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PUBLICADO POR RICARDO MUÑOZ JOSÉ
http://linde5-otroenfoque.blogspot.com/2012/02/ahora-que-termina-la-temporada-de-caza.html Aquí puedes dejar tu comentario. La autora lo agradecerá.
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LOS ANIMALES; EL SILENCIO DE LOS INOCENTES.
3 comentarios:
Triste, muy triste y doloroso final para tan noble ser..No se puede creer que el hombre haga aún ésto a su mejor amigo!
Triste final para los chuchos, que horror! en Torija tienen lo suyo con esto.
Es triste es doloroso pero mas que eso yo me pregunto que alma puede tener un ser que se dice humano y es capaz de hacer esto? que clase de madre tuvo y que sentimientos despreciables pudo inculcar su madre para que se convirtiera en una despreciable criatura asesina? Aquellos que matan seres vivos y se divierten viendo sufrir un ser mientras muere y le llaman diversión, son asesinos reprimidos, que como no pueden saciar su ansia de sangre humana, buscan criaturas inocentes para hacerlo. Cárcel a los asesinos.
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