Tu trato con los animales hablará de ti mejor que tus palabras -R.M.J.

martes, 19 de abril de 2011

El parto de la lagartija

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Si has tenido niños, (o eres uno), y has sufrido el "síndrome del veterinario", incluyendo algún funeral en la taza del water por un pez de colores, esta historia te hará reír a carcajadas!
Resumen: tuve que llevar la lagartija de mi hijo al veterinario.



Esto fue lo que ocurrió:



Una noche, justo después de cenar, apareció mi hijo para decirme que a una de las dos lagartijas que tenía prisioneras en su habitación le pasaba algo raro.
-Está tumbada y parece enferma -me dijo-. Te lo digo en serio, papi. ¿Me puedes ayudar?"
Puse mi mejor cara de sanador de lagartijas, y le seguí hasta su habitación. Efectivamente, una de las dos lagartijas estaba tumbada boca arriba, y parecía muy nerviosa. Supe inmediatamente qué hacer.
-Cariño, ven y mira la lagartija.
-¡Dios mío! -exclamó mi mujer-. Está dando a luz.
-¿Qué? -preguntó mi hijo- ¡Si se llaman Bert y Ernie , mami!
Yo me quedé igual de estupefacto.
-¡Oye, cómo puede pasar esto? Creí que habíamos acordado que no queríamos que parieran -le dije a mi mujer, acusadoramente.
-Ya, pero... ¿Y qué quieres que hiciera? ¿Ponerles un cartel en la jaula? -me respondió.



Me pareció que lo decía con mucho sarcasmo.
-No, pero se supone que debías haber comprado dos machos.
-Exacto, ¡Bert y Ernie! -mi hijo me apoyaba.



Para entonces, el resto de la familia ya estaba allí, a ver qué pasaba. Me encogí de hombros, tratando de sacar el mejor provecho de la situación.
-Chicos, esta va a ser una experiencia fantástica -les dije-. Estamos a punto de ser testigos del milagro de la vida.
-Oh, ¡animal! -me chillaron.
Escudriñamos al paciente con detenimiento, y después de mucho esfuerzo, vimos cómo algo parecido a una pequeña pata aparecía brevemente, volviendo a desaparecer tras un segundo escaso.
-No parece que estemos mejorando esto mucho -comenté.
-Viene de pié -susurró mi esposa, horrorizada.
-¡Haz algo, papi! -urgía mi hijo.
-Vale, vale -delicadamente, pillé la pata a la siguiente vez que apareció, y tiré de ella con suavidad. Pero volvió a desaparecer. Lo intenté varias veces más, con el mismo resultado.

-¿Llamo al 112? -sugirió mi hija mayor.


-A lo mejor nos ayudan en el parto. ¿Te imaginas la escena, rodeado de mujeres?
-Vamos a llevar a Ernie al veterinario -dije seriamente.



Nos metimos en le coche, mi hijo llevaba la jaula sobre sus rodillas.
-Respira, Ernie, respira -decía para animar a la lagartija.



El veterinario se llevó la lagartija a la sala de exploración, y observó detenidamente al animal con una gran lupa.
-Qué piensa doctor, ¿quizá una cesárea? -le sugerí, científicamente.
-Esto es muy interesante -murmuró el "vete" de repente-. Señor y Señora Cameron, ¿puedo hablar con ustedes en privado un momento?
Tragué saliva, y con un movimiento de cabeza le indiqué a mi hijo que saliera.



-¿Ernie está bien? -preguntó mi mujer.
-Está perfectamente -nos aseguró el veterinario-. Esta lagartija no está de parto. De hecho, eso nunca ocurrirá. Ernie es un macho. Vea, Ernie es un macho joven. Y de vez en cuando, según va llegando a la madurez, como muchas otras especies...pues... Vaya....Que se masturba. Justo como acaba de hacer tumbándose de espalda -se puso colorado, mirando de reojo a mi mujer.
Nos quedamos en silencio, tratando de asimilar aquéllo.
-O sea que Ernie está... Está... Simplemente excitado -concluyó mi mujer.
-Exacto -replicó el veterinario, aliviado porque lo habíamos entendido.
De nuevo el silencio. Hasta que mi maliciosa y cruel mujer empezó a sonreír, a reírse por lo bajo, un poco más alto. Y al final a carcajadas.
Le caían lágrimas por la cara.


-Es que me viene a la cabeza la imagen de verte tirando de su pequeña... -tuvo que parar a coger más aire para la siguiente carcajada.
-¡Ya vale! -le advertí.


Le dimos las gracias al veterinario y salimos de allí a toda velocidad, metiéndonos en el coche.
Mi hijo estaba muy contento de que todo hubiera ido bien.
-Sé que Ernie te está realmente agradecido por lo que has hecho, papi -me dijo.
-Oh, no sabes cuánto -apostilló mi mujer, casi ahogándose de risa.



Dos lagartijas: 140 €
Una jaula: 50 €
Veterinario: 30 €
El recuerdo de tu marido tirando de la picha de una lagartija: No tiene precio!

Moraleja de esta historia: Pon más atención en las clases de biología. !Las lagartijas ponen huevos!
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Fuente:


http://latristemelancolia.blogspot.com/2011/04/otra-de-animalitos.html

REPUBLICACIÓN HECHA POR RICARDO MUÑOZ JOSÉ


http://linde5-otroenfoque.blogspot.com/2011/04/el-parto-de-la-lagartija.html

martes, 12 de abril de 2011

El caballo galopando en la poesía

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ODA AL CABALLO*

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Aquel caballo solo y amarrado // en un pobre porrero // de mi patria, // aquel pobre caballo // es un recuerdo, // y ahora // cuando todos los caballos //acuden al relámpago, // a la luz repentina de mi oda, // el olvidado viene, // el apaleado, // el que acarreó la leña de los montes, // las piedras crueles //de cancera y costa, // él, // no viene galopando // con incendiarias crines // ondulando en el viento, // no llega // intacta grupa como // manzana de la nieve, // no, // así no llega. // Llega rengueando, // apenas sus cuatro patas andan // y su cabeza inmóvil // es torre de tristeza, // y así // llega a mi oda, // así el caballo llega a que lo cante. . Trotó por todos los caminos duros, // comió mal con sus muelas amarillas, // bebió poco -su dueño // usaba más palo que pozo-, // está seco mi amigo de lomo // puntiagudo, // y tiene un alma flaca de violín, // un corazón cansado, // el pelo de una alfombra suburbana. //. Ay viéndolo, tocándolo, // se ven sus muchos huesos, // el arca que protegen las costillas, // los agobiados fémures caídos // en los trabajadores metatarsos // y el cráneo, catedral de hueso puro, // en cuyos dos airares // viven dos santos ojos de caballo. //. Entonces me miraron con la prueba // de un extenso, de un ancho sufrimiento, // de un sufrimiento grave como el Asia // caminando con sed y con arena, // y era aquel pobre y nómada caballo // con su bondad algo que yo buscaba, // tal vez su religión sin ilusiones.


Desde entonces me buscó su mirada // dentro de mí, contra tantos dolores // padecidos por hombres y caballos, // y no me gusta, no, la suave liebre, // ni el león, ni el halcón, // ni los puñales de los tiburones, // sino aquella mirada, // aquellos ojos fijos //en la tranquilidad de la tristeza. //. Tal vez alguien pregunte // por la forma del alado // y elástico caballo, // del puro corcel de cabalgata, // orgullo del desfile, // bala de la carrera: // y bien, celebro // su donaire de avispa, // la flecha que con líneas lo dibuja // desde el belfo a la cola // y baja por metálicos tobillos // hasta nerviosos cascos presurosos. // SÍ, tal vez es la vela del velero, // la claridad de una cadera amada, // la curva de la gruta de una ola, // lo que puede acercarse a la belleza, // al veloz arabesco de un caballo, // a su estampa acuñada sobre un vuelo, // dibujada en el sello del rocío. .Pero no va mi oda // a volar con el viento, // a correr con la guerra // ni con los regocijos: // mi poesía se hizo paso a paso, // trotando por el mundo, // devorando caminos pedregosos, // comiendo con los miserables // en el mesón glacial de la pobreza, // y me debo // a esas piedras del camino, // a la sed, al castigo del errante, // y si un nimbo saqué de aquella aurora, // si rescaté el dolor para cantar victoria, // ahora la corona // de laurel fresco para el sufrimiento, // la luz que conquisté // para las vidas // La doy para esa gloria de un caballo, // de uno que aguantó peso, lluvia y golpe, // hambre y remota soledad y frío // y que no sabe, no, para qué vive, // pero anda y anda y trae carga y lleva, // como nosotros, apaleados hombres, // que no tenemos dioses sino tierra, // tierra que arar, que caminar, y cuando // ya está bastante arada y caminada // se abre para los huesos del caballo // y para nuestros huesos. .------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Ay caballo // de pobre, caminante, // caminemos // juntos en este espacio duro // y aunque no sepas ni sabrás que sirva // mi razón para amarte, pobre hermano, // mi corazón para esta oda, // mis manos para pasarlas sobre tu suave hocico.

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. Pablo Neruda .

* Oda escrito en el tren a Cautín, Chile, en 1958 .
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.PUBLICADO POR RICARDO MUÑOZ JOSÉ
http://linde5-otroenfoque.blogspot.com/2011/04/el-caballo-galopando-en-la-poesia.html

lunes, 4 de abril de 2011

Cuando el amor hacia el débil se manifiesta

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MENOS MAL QUE TODAVÍA QUEDA GENTE QUE NOS RECONCILIA CON LO HUMANO

. ATADA, SOLA... ¡Y EN ZONA DE CAZADORES! .
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ACOGIDA EN MI CASA, MADRID, DESDE HOY VIERNES. ESTA HECHA UNA PENA. ES TODA PIEL Y HUESOS. EL PELO TODO NUDOS (ESO NO TIENE IMPORTANCIA), DA MUCHA PENITA VERLA. LE VOY HACER ANALITICA Y TES DE TODAS LAS ENFERMEDADES, SI NO TUVIERA NINGUNA MEJOR PARA ELLA PORQUE SE RECUPERARIA ANTES. HAY QUE DARLE UN BUEN COMPLEJO DE VITAMINAS, PERO PASARA TIEMPO ANTES DE QUE ESTE BIEN, YA QUE TAMPOCO TIENE MUSCULATURA. SIEMPRE ESTA ASUSTADA. PERO ESTOY CONTENTA DE TENERLA, PUES LA HE SALVADO. . DIFUNDO ESTO PARA QUE, QUIEN LO HAYA VISTO, SEPA QUE YA ESTA SALVADA. NO PIDO AYUDA DE NINGUN TIPO.


LE DESEO LO PEOR AL TIPEJO QUE SE DECIA SU DUEÑO.


MALILE


LOS ANIMALES; EL SILENCIO DE LOS INOCENTES.